10 mandamientos de la educación financiera – Parte 2
Si alguna vez alguien te ha insinuado que no eres una persona fiel en tus objetivos, desconfía. La lectura de este texto está ahí para demostrar su obediencia a los 10 mandamientos de la educación financiera.
Hasta ahora, considerando la lectura del texto anterior, habrás notado la diferencia que hace ser más hogareño en tu entretenimiento, resistir el consumismo, vestir de manera práctica, tener siempre una lista de compras antes de ir al supermercado y pagar. en la Vista.
El simple hecho de cumplir estos primeros cinco mandamientos sería un gran impulso para su educación financiera: no sólo la teoría, sino la práctica, de la que se habla y se sigue, sin hipocresía.
Y, por el bien de su billetera, consulte la última mitad de nuestro decálogo a continuación, cuyas pautas requieren obediencia y disciplina. Sería un gran pecado ignorar tantas ideas y persistir en cometer errores. ¡Conviértete a la educación financiera!
- PAGOS PRIORITARIOS
Existen algunas reglas básicas relacionadas con los pagos que pueden hacerte la vida más fácil con tu presupuesto personal, familiar o empresarial. Cuando recibas tu sueldo o ingresos, paga tus gastos fijos lo antes posible.
Es decir, las facturas de luz, agua, teléfono y gas. Con el dinero que sobra (y que esté debidamente planificado), liquida el resto. Si el dinero es muy corto, siga una lista de prioridades que vaya desde las esenciales o más urgentes hasta las demás.
- RESERVA FINANCIERA
¿Cuántas veces has oído hablar de esto? Incluso aquí en UDS Finanzas. En todo texto que lea sobre control financiero seguramente encontrará este elemento: reservas financieras. ¿Pero por qué tanta insistencia?
La respuesta es sencilla: porque es necesario que puedas utilizarlo en una situación de emergencia sin necesidad de recurrir a préstamos (y sus desorbitados tipos de interés), o peor aún, a algún que otro oportunista: el usurero.
¿Tiene un fondo de emergencia?
- HOJA DE CÁLCULO DE GASTOS
¿Cómo está organizado tu presupuesto personal o familiar? No digas que tienes la costumbre de “tenerlo todo en la cabeza”, a pesar de tu talento potencial para memorizar tantos valores, hasta el más mínimo centavo.
De hecho, los valores cambian todo el tiempo; en general, caen a lo largo del mes. Por eso es necesario anotarlo todo: desde un dulce que compras en un bar de la esquina hasta un coche. Todo debe estar en la hoja de cálculo.
- COCHE EN EL GARAJE
¿Sales a menudo con tu coche (si tienes uno, obviamente)? Si es así, reconsidera. El coche sobre asfalto, y viajar, supone más gasto en combustible y, pronto, otra inspección y mantenimiento.
Por eso, en la medida de lo posible, preferiría utilizar el transporte público y, si fuera necesario, ir al trabajo en bicicleta o incluso a pie. Gastar calorías sigue siendo mucho más recomendable que dejar tu presupuesto en seco.
- ALMUERZO EN EL TRABAJO
Esa comida calentita que puedes disfrutar en casa también puedes llevarla al trabajo para consumirla en una fiambrera térmica que mantiene la temperatura, elimina olores y facilita tus comidas diarias.
En lugar de esconderte detrás de la vergüenza, ten la actitud que tantas personas como tú pueden tener: prepara y lleva a casa el pan de cada día. De esta forma evitas gastos innecesarios en restaurantes.
¿ENTONCES TE GUSTÓ?
Eso esperamos. Como habrás notado, nuestro objetivo era ‘catequistar’ en buenos hábitos encaminados al control del presupuesto a través de la práctica directa de la educación financiera. Comparte este texto y el anterior con aquellos que conoces que no se preocupan mucho por su dinero. Quién sabe, tal vez empiecen a creer más en sí mismos. ¡Gracias por su lectura!