¿Cómo abaratar una cena de Semana Santa?

Supermercados, pescaderías y bodegas tienen sus puertas abiertas de par en par estos días previos a Semana Santa para acoger a los cristianos que, a pesar de la recesión económica, no deben renunciar a la adquisición de productos tradicionales esta temporada.

Las principales compras están relacionadas con artículos de cena -alimentos y bebidas en general- tan afectados por la inflación profana que ha puesto en duda la fe de los argentinos en días mejores -al menos, en este mundo.

Seas fiel o no a las tradiciones católicas, te enumeramos a continuación algunos consejos para que puedas bendecir tu bolsillo con la santa economía de tus recursos, tan faltos del milagro de la multiplicación, ¿no es así?

1 – AL FINAL DEL LÁPIZ

La expresión es antigua, pero cierta: escribe en un papel -o en la pantalla de tu celular o computadora, como quieras- la lista exacta de todos los artículos que quieres comprar para tus comidas del fin de semana.

Este ejercicio mental -y, en consecuencia, financiero- te ayuda a saber exactamente lo que necesitas comprar y, en teoría, desalienta las partidas innecesarias, a la luz del presupuesto que establezcas para tal fin.

2 – INVESTIGACIÓN SANTA

Antes de salir con suelas de zapatos, tenis o chancletas, no dude en utilizar las yemas de los dedos para investigar los precios de los productos que desea en los sitios web de los supermercados y otras tiendas que desee visitar.

En uno de estos, por cierto, puede pasar que no necesites ni salir de casa si te das cuenta de que sale más caro hacer la compra completa y recibir todo en casa, quién sabe, incluso con envío gratis. ¡Es hora de ahorrar en gasolina!

3 – CUANTO MÁS CERCA, MEJOR

Como habrás notado, los precios de muchos productos han subido en los últimos días. Una señal de los tiempos de Pascua, cuando los comerciantes buscan compensar una interminable cuarentena de vacas flacas en las ventas.

El consejo aquí es que, además de elegir los artículos más baratos, opte por los que se producen cerca y son más frescos, en el caso de las verduras, por ejemplo. Cuidado con los importados: ¡pueden desperdiciar toda tu planificación!

4 – ¡SIN HIJOS!

Más devastadores para sus economías que cualquier vino premiado o dátiles israelíes son los niños. Los que tienen, que lo sepan: llevarlos al supermercado es sinónimo de un buen agujero en el presupuesto.

Está en la naturaleza de estos seres tan amados por los comerciantes el acto de llenar carros y señalar una infinidad de opciones separadas a su lista. Es mejor dejarlos a millas del lugar de compras si es posible.

5 – ¿COMERÁS CHOCOLATE?

¿Si, por qué no? Simplemente ajuste este artículo tan deseado por muchos, ¡especialmente los niños! – en su capacidad de pago. Si no puedes comprar un huevo, que sea una caja de bombones, por ejemplo.

Otra opción es comprar barras de chocolate para derretir en casa y hacer tus propias golosinas. La ganancia aquí es inconmensurable: compartir momentos agradables con familiares y amigos. ¡Esto sí que es una delicia!

6 – COMPRA COMPARTIDA

Ya que es para reunir a familiares y amigos, ¿por qué no compartir los gastos? Aquí hay una opción comunitaria, por así decirlo, para reducir su presupuesto. Por supuesto, esto debe ser arreglado de antemano.

Hay quienes se combinan para producir y tomar platos específicos, además de la bebida que consumirán. Otros, sin embargo, compran todo y reparten los gastos por igual. Lo más importante aquí es aliviar el bolsillo de todos.

7 – ¿CENA APLAZADA?

Sí, si la situación es difícil, lo cual no es tan difícil de hacer con su presupuesto, ¿verdad? – puedes recurrir a posponer la tan esperada cena pascual de este domingo para el próximo.

Aparte de la tradición religiosa, el propósito aquí es económico. Las compras realizadas después de esas fechas -incluidas las navideñas allí, por ejemplo- suelen ser más económicas debido a la quema de existencias de las tiendas.