¿Cómo puedo renegociar mejor mis deudas?

Uno de los principales reflejos de la pandemia que persiste entre nosotros fue el endeudamiento. Muchas personas que tenían trabajo o ingresos perdieron sus fuentes de ingreso y entre pagar deudas y sobrevivir, obviamente siguieron la segunda opción.

A medida que se han abierto las puertas de nuevas oportunidades, los ingresos financieros de las familias han cobrado nueva vida; suficiente, en muchos casos, incluso para los pagos pendientes.

Si también tiene la intención de reunirse nuevamente con sus acreedores, este texto ha llegado en el momento adecuado para que lo lea. Principalmente porque podrás recopilar consejos sobre cómo, por ejemplo, puedes pagar tus deudas sin comprometer lo que ya tienes.

¡Y ni siquiera tienes que pagar para verlo!

1 – CONOCE EL TAMAÑO DEL ‘ROMBO’

El primer paso es hacer un balance de todas sus deudas, si aún no lo ha hecho. Consulta tus extractos de pago, notas, recibos. Si no los conoce todos, tenga en cuenta que sus acreedores se lo recordarán en breve.

Considere aquí como ‘deudas’ sólo aquellas cuyos plazos de pago hayan vencido hace varios meses o incluso años. Las facturas recurrentes (agua, electricidad, gas, etc.) quedan fuera de los cálculos por ahora.

2 – PLANIFIQUE EL PAGO

Una vez que sepa cuánta deuda está ligada a su nombre o al de su familia, haga un plan de pago para cada uno. Si es posible, vuelva a ponerse en contacto con todos sus acreedores.

Los expertos financieros recomiendan que comience a pagar las deudas más pequeñas y luego las más grandes o importantes. La explicación es que este proceso te motiva a continuar con tu planificación de pago de lo que debes.

3 – LÍMITE DE PAGOS

Que has decidido empezar a pagar tus deudas, muy bien. Pero esta iniciativa tuya tiene que suceder sin comprometer tu propio sustento y generarte otras asignaturas pendientes y el llamado efecto ‘bola nueva’.

Por lo tanto, limite un porcentaje de sus ganancias para las renegociaciones. La sugerencia es de hasta un 30%. O menos, según el caso. Incluir el 10% que se recomienda dejar de lado por imprevistos.

4 – NEGOCIA, NO ENGAÑES

Negocia con tus acreedores dentro del margen de recursos que tienes para ello. En su caso, presentar propuestas de cuotas que, por pequeñas que sean, puedan completarse mensualmente.

Es decir: evita combinar una cantidad que, ya sabes, puede que no tengas en el mes siguiente. Si insiste en hacer esto, la otra parte puede sentirse engañada y llevar ante la justicia algo que ya se estaba resolviendo amistosamente.

5 – ¿SE PUEDE PAGAR EN EFECTIVO?

Sin embargo, hay situaciones ocasionales en las que liquida la deuda de una vez. Entre ellos, la posibilidad de amortizar, al contado, con grandes descuentos -especialmente intereses-. Si puedes, reenvía el pago.

Si esta oportunidad afecta otros pagos en el mismo mes, justifíquelo a sus deudores. ¿Quizás ellos también seguirán el ejemplo del otro y te presentarán una oferta ‘tentadora’ para pagar lo que debes para siempre?

6 – GUARDE LA PRUEBA

Tan importante como pagar sus deudas es guardar los recibos. Asegúrese de exigirle a su acreedor una nota o documento que acredite que el pago pendiente se ha pagado, con la fecha y la firma a continuación.

Nadie merece hacer un sacrificio para volver a poner su nombre al día y luego que le cobren una deuda que finalmente logró pagar. Si es necesario, solicite la compañía de dos testigos en sus arreglos finales.

CONSEJO ADICIONAL

En algunos casos, dependiendo de cuánto hayas compartido para tus renegociaciones, es posible utilizar parte de este dinero en algún producto financiero que proporcione ingresos mensuales o anuales.

Es una manera de hacer que tu dinero ‘trabaje’ para que pagues tus deudas. Y más que eso: después de haberlos pagado todos, esta cuenta puede ser una fuente adicional de ingresos. ¡Piense en eso!