¿Cómo renovar la casa sin demoler las finanzas?

Es esa situación: te paras, miras la casa y ves que no te queda más remedio que hacer esa reforma, ya sea para corregir o para ampliar y mejorar el entorno donde te acoges a ti o a tu familia.

Es esa grieta en la pared lo que te molesta, la canaleta del techo que se rompió, el agua que se filtró o la casa que necesita ser ampliada aunque llegue gente nueva. Razones para reformar no faltan.

A pesar de la voluntad, miras la cartera y te das cuenta de que la primera obra que se planteará será tu presupuesto. Para eso estamos aquí, esperando, para ayudarlo a comenzar. ¡Puedes dejarnos descargar la información!

1 – Decide lo que vas a hacer

Sí, este es el primer paso. Parece una obviedad, pero hay que definirlo. Necesitas saber exactamente qué quieres hacer para que tu reforma se convierta en esas obras públicas que nunca acaban.

Por supuesto, puede determinar otras mejoras a lo largo de este camino, especialmente si se agregan al objetivo principal. Este es el caso, por ejemplo, cuando se reemplazan tuberías viejas durante la renovación de un baño.

2 – Definir los recursos

El primer paso es fundamental para que puedas medir el segundo: definir el presupuesto. O, a menudo, analice cuánto está dispuesto a gastar en el trabajo que desea hacer en su hogar.

Dependiendo del tamaño de la reforma, puede que tengas que buscar algún tipo de financiación específica para este caso o recurrir a un préstamo. Sin embargo, la mejor alternativa es tener efectivo disponible.

3 – Reforma presupuestaria

Antes de empezar la obra en sí, la primera reforma a realizar está en tu presupuesto personal. Al fin y al cabo, este tipo de compromiso suele encarecer el coste del mes, cuando no se supera por falta de recursos previstos.

La mejor alternativa aquí es conseguir el dinero para tu trabajo mucho antes de empezarlo, ya sea aplicándolo a productos rentables en el mercado financiero o ahorrándolo, mes tras mes. Pagar en efectivo hace toda la diferencia.

4 – Agenda en mano

Establezca una fecha límite para las renovaciones de su hogar. Hacer un paso a paso con mejoras, plazo de puesta en marcha y entrega y costes. Pregunta a los profesionales y empresas con las que tratas sobre presupuestos para orientarte.

Imagina que tu reforma que debería haber terminado en abril se prorrogó hasta junio por retrasos en la mano de obra y llegó en Navidad sin terminar por falta de seguimiento. Nadie merece.

5 – Precios x calidad

El éxito de un presupuesto está en su adecuada aplicación al dinero disponible. Por tanto, investiga sin pereza los valores de todos los materiales que intervienen en tu reforma. Desde el más pequeño hasta el más grande, sin excepción.

Solo tenga cuidado de nivelar a la baja los valores de lo que compra. Es esa vieja historia: lo barato puede salir caro. Paga menos, sí, pero no renuncies a la calidad. Después de todo, es su hogar.

6 – ¿Quién va a renovar?

Por supuesto, usted mismo puede hacer una pequeña renovación. Es una forma de gastar menos. Pero, si no es tu caso, la forma es externalizarlo a un profesional especializado, que literalmente pueda ponerle las manos encima.

Busque profesionales que ya tengan buenas recomendaciones, ya sea de amigos, familiares, arquitectos, ingenieros. Tenga cuidado con aquellos que cobran muy por debajo del valor de mercado. Evita este tipo de inconvenientes.

IMPORTANTE

Compra solo lo necesario para tu trabajo. Es habitual que la constructora pida una cantidad ligeramente superior a la necesaria para adelantar compras de última hora o garantizar posibles reposiciones.

Al final de la obra, tendrás cuatro opciones: usar lo que sobra para alguna pequeña reparación, reservar en un rincón de la casa o patio, vender para recuperar parte de lo invertido o donar a los necesitados. Ahora te toca a ti: ¡manos a la obra!

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