¿Cómo sobrevivir ganando como pasante?

Casi siempre es la misma historia: el producto no fue bueno, el servicio estuvo mal hecho, el trabajo del día se retrasó, se acabó el café de la botella de la cocina y, por supuesto, la publicación en las redes sociales salió mal. ¡Es culpa del pasante!

Si eres uno de ellos, ante todo nuestros sentimientos.

Peor que tener que aguantar todo lo malo que pasa en la empresa es no cobrar lo suficiente por todo eso y más.

Además de calentar la cabeza, el bolsillo se enfría rápidamente.

Como también fuimos becarios una vez, decidimos compartir algunos consejos para que al menos intentes llegar al último día del mes con algo de dinero en el bolsillo.

¡Compruébalo a continuación!

1 – Planifica tu presupuesto

Al igual que usted y muchos otros que llegaron jóvenes o sin experiencia en un nuevo entorno de trabajo, comenzamos nuestro viaje en la empresa con un salario inicial, o salario mínimo, como se suele decir.

Era tan poco dinero, pero tan difícil de ganar, que hubo quienes miraron el comprobante de pago durante unos minutos para pasar el mayor tiempo posible antes de que esos pocos signos de dólar en la cuenta fueran descartados.

Es por eso que gastamos estratégicamente. Programar lo que se gastará con todo lo que se tiene a mano es fundamental.

Comidas, transporte y compromisos desde casa: todo contado hasta los céntimos.

2 – Sí, es posible soñar

No es porque gane menos de la mitad de lo que gana su jefe que no puede esperar que el dinero que tanto le costó ganar le permita lograr algunas metas que parecen alejarse de sus medios financieros.

Incluido en este paquete de sueños, por ejemplo, está el pago a plazos para la compra de un electrodoméstico, una moto o bicicleta, un celular, una notebook o incluso ese viaje de intercambio.

Está bien, puede que incluso tarde un poco más en pagar, pero al menos puedes tener algo o experiencias que cualquier pasante puede lograr, eso sí, a través de sus propios esfuerzos.

3 – Regla 50-30-20

Aunque todavía no ganes tanto, es posible que te atrevas a rebanar tu salario según la conocida regla financiera 50-30-20.

Hay algunas variaciones, pero esta parece ser la más adecuada en el caso de los internos, por ejemplo.

En este caso, la mitad del salario debe reservarse para gastos recurrentes, ya sea relacionados con la vivienda.

El 30% restante, créanme, se puede utilizar para actividades de ocio. Es dinero para ver un espectáculo, un partido de fútbol.

El 20% restante, se recomienda, se mantenga como reserva para contingencias e inversiones.

4 – Si lo necesitas, busca un ingreso extra

Según lo poco que ganes pero sepas gastar y ahorrar y, aun así, tu cuenta no cierre como necesitas o quieres, el camino es recurrir a ingresos extra, dentro o fuera del trabajo.

Si el jefe no acepta que trabajes esa hora extra, no hay problema:

Ocupa tu tiempo libre con otra oportunidad de ingresos, ya sea en actividades presenciales o virtuales. Sólo tienes que encontrar uno que se ajuste a tu perfil.

Hay quien trabaja como freelance para agencias de noticias y otros contenidos, que aprovechan algunos conocimientos personales para ofrecer cursos online o vender productos elaborados por ellos mismos o por terceros.

5 – Busca tu promoción

Otra alternativa es buscar empleo en la propia empresa y, si es necesario, emprender una carrera prometedora.

Si la oportunidad no aparece ahí, que sea en otra organización que valore tu trabajo.

Es importante demostrar, de ahora en adelante, como pasante, tu competencia y dedicación para que seas valorado por tus contratistas y el mercado.

Una buena imagen profesional es un valor que no depende del puesto, sino de uno mismo.

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