¿Cómo vencer la inflación en el supermercado?

El costo de vida es cada vez más caro para los argentinos y, en particular, para Buenos Aires. Vivir en la capital del país es prácticamente un ejercicio de supervivencia, sobre todo en lo que se refiere a la alimentación.

Es su culpa: la inflación. Este glotón se llevó un 14,6% más del presupuesto promedio del supermercado en tan solo los primeros tres meses del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC).

Entre los artículos que se encarecieron aún más este año están los artículos más básicos en la mesa: panes y cereales (9,1 %), carnes (6,5 %), leche y derivados e incluso huevos (7,1 %). Verduras y legumbres: ¡un 51,6% más!

Tal como van las cosas, el precio de los alimentos pronto igualará el precio de la hierba dorada. Hasta que la situación no llegue a ese punto, hemos enumerado algunos consejos para que hagas que tu dinero rinda un poco más.

BUSCAR PRECIOS

Es el acto básico para cualquier consumidor. Ahora, entonces, más que nunca es necesario practicarlo, de puerta en puerta, de sitio en sitio, de boca en boca. Lo importante es saber dónde comprar más barato.

Por supuesto, la investigación incluye otras variables que pueden influir en el precio final de compra, como la distancia al supermercado y el costo del viaje. Si es así, compre a través del sitio web y solicite la entrega. Haz las matematicas.

FIDELIDAD, ADIOS!

Con el tiempo, nos acostumbramos a poner en el carrito aquellos productos que, por el hábito de consumo, ya conocemos de la calidad e incluso del probable precio. Sí, pero esa rutina está destinada a cambiar.

La necesidad de abaratar el coste del supermercado te llevará a parar delante del lineal y analizar otras opciones, si las hay, preferiblemente de similar calidad, pero con un precio más asequible.

¡PROMOCIONES, YA ESTÉ AQUÍ!

Además de corregir los precios diariamente, los supermercados también ofrecen promociones. ¡Sí, todavía existen! En tiempos económicos difíciles, es importante tener en cuenta todas las empresas que puede aprovechar.

Así que presta atención: fíjate en los carteles de los supermercados cuando pasees por el barrio, o incluso en otros rincones de la ciudad e inscríbete en las webs para recibir los mejores precios todos los días.

ENSALADA DE TODOS LOS DÍAS

Como notó anteriormente en este texto y, principalmente, en el bolsillo, incluso la ensalada diaria se volvió difícil de repetir en cada comida. Por lo tanto, queda por seguir algunas estrategias para mantener este importante alimento en la mesa.

La primera es elegir frutas y verduras que estén en esa venta de fin de día. En el caso de las frutas, por cierto, elige las que sean de temporada. Si es posible, plante su propia huerta en casa, ya sea en el suelo o suspendida.

TODAVÍA SOBRE LA HORTA

Esta opción de cultivar tus propios alimentos en casa es garantía de ahorro. El costo inicial de adquirir semillas y plántulas se disipa en el generoso retorno que proporciona. Intenta plantar lechuga, por ejemplo.

Puedes tener tu propia huerta en cualquier lugar, ya sea en un rincón de tierra en tu patio trasero o en macetas si vives en un departamento. Los cartones de leche de larga duración y las botellas de plástico pueden servir como ‘cama’. Usa tu creatividad.

FIN DE FERIA

Si la situación está muy apretada, la solución es recurrir a la tradicional promoción de fin de feria. Los comerciantes suelen bajar bien el precio para no perder la mercancía, que ya es perecedera y se puede tirar.

Puede suceder que te encuentres con racimos de verduras sin hojas, papas magulladas, tomates triturados. Pero siguen siendo alimentos nutritivos y consumibles. Este tipo de adquisición, por cierto, ayuda a eliminar el desperdicio mientras tantos pasan hambre.