Las ‘cuevas’ de bitcoins en Argentina
La aventura de invertir en criptomonedas para intentar sortear efectos inflacionarios en oscuras negociaciones gubernamentales
Que el mercado de bitcoins es cada vez más popular en Argentina no está en duda desde hace años. Basta mirar el mercado financiero.
El uso de criptomonedas por parte de los argentinos, de hecho, ya se encuentra entre los mayores del mundo, según sitios web especializados.
Los números nacionales son relevantes. En la primera semana de marzo, Lemon registró casi 35 mil transacciones.
Otra información relevante: el movimiento de Bitcoin y Ethereum en la plataforma Belo se multiplicó por diez en 2024 respecto a 2023.
¿PORQUE ESO?
Este fenómeno no se ha producido por casualidad. De hecho, las razones dicen más sobre la necesidad que sobre la oportunidad de inclusión en el mercado.
La compra de criptomonedas ha sido un recurso para muchos para burlar los controles monetarios del país y la inflación galopante.
En otras palabras, es un medio para garantizar más poder adquisitivo al dinero ganado con tanto esfuerzo cada día, dentro y fuera del mercado financiero.
En este intento, muchos han comercializado criptomonedas en bolsas conocidas como “cuevas criptográficas”, ampliamente utilizadas para comprar monedas estables.
Aunque ilegales, estos espacios digitales tienen un atractivo popular ya que son, para muchos, un refugio para obtener valor por su dinero. Por tanto, comprar bitcoins, por ejemplo.
¿Y EL DÓLAR?
Como sabemos, estas extrañas transacciones, además de muchas otras consideradas ‘oficiales’, tienen como referencia el dólar.
En la práctica, muchos argentinos han transformado estas casas de cambio en grandes ‘colchones’, en alusión a la antigua práctica del ahorro en casa.
Y no se trata de poco dinero. Los argentinos acumulan algo alrededor de 200 mil millones de dólares. Mucho dinero, ¿verdad?
Parte de esta reserva distribuida más entre los ciudadanos y menos en el gobierno se ha utilizado precisamente para el mercado de las criptomonedas.
En otras palabras, ese dinero ahorrado durante tanto tiempo, incluidos billetes viejos, está saliendo de debajo de la cama para sobrevivir a los ingresos.
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