Las tareas del hogar pueden resultar más caras. ¿Y ahora?
Representantes del gobierno y trabajadoras del hogar se reúnen nuevamente este jueves 30 para discutir una posible nueva remuneración para los profesionales que trabajan a diario en muchos hogares.
El último reajuste acordado fue del 12% para que hubiera alguna compensación por la inflación del 4,7% registrada en febrero. En el mismo mes ya se había otorgado un aumento del 26% en las contribuciones.
La posibilidad de nuevas actualizaciones en los valores ha dejado a los empresarios preocupados por la capacidad de pago. Al fin y al cabo, la crisis económica que persiste en la Argentina es de todos. Incluso para quienes los emplean.
Por lo tanto, si tiene uno o más empleados domésticos, es importante que preste atención a algunas precauciones esenciales para que sus costos no sumen hasta el punto de requerir una limpieza financiera.
1 – TODO EN PAPEL
Contratar a una persona para que trabaje en tu propia casa es, ante todo, una relación de confianza que no puede limitarse a acuerdos verbales. Formaliza todo para combinar.
Esto significa escribir, y preferiblemente firmado por ambas partes, los horarios de llegada y salida, todas las especificaciones del servicio, el monto del salario y las condiciones para las horas extra. Y por ahí va…
2 – DIGNIDAD EN EL TRABAJO
El trabajador que está en su hogar merece tener todas las condiciones mínimas para realizar sus tareas, alimentación y seguridad. En otras palabras, tienen derecho a ejercer su profesión con la preservación de su dignidad.
Por lo tanto, tenga disponibles las herramientas y productos necesarios para las tareas diarias y, si es posible, artículos como guantes y botas de goma para evitar que ocurran incidentes como la contaminación y los resbalones.
3 – PRIVACIDAD
Las tareas del hogar no significan necesariamente que tengas acceso a todo lo que hay en tu hogar. Según tu caso, impone límites desde el principio, para que no se produzcan situaciones innecesarias de invasión de la privacidad.
Sí, es necesario acordar con la persona que trabaja en tu hogar las condiciones de ocupación de los espacios -a veces en días alternos- para que tu hogar, una vez limpio y ordenado, pueda ser disfrutado exclusivamente por la familia.
4 – PAGAR A TIEMPO
Si tienes una empleada doméstica, mira tu casa y fíjate en el trabajo que se necesita para poner todo en orden, tal como lo hacías antes, hasta que tenías un profesional exclusivo para hacer todo esto. Ahora piensa en que no te paguen.
Por supuesto, pueden ocurrir contratiempos, pero mantener el pago y otros cargos al día hace una gran diferencia. En caso de retraso, comunícalo con antelación y cumple tu palabra -y el pago, por supuesto- en la fecha acordada.
5 – ENTENDIMIENTO MUTUO
De la misma forma que tú puedes pasar por un mal momento financiero, tu empleada doméstica puede acumular otros problemas por resolver -incluso en casa, además de diversos compromisos personales.
En estos momentos, es necesario que haya comprensión y entendimiento de que estás tratando con un ser humano, no con una máquina. Incluya en su acuerdo inicial algunos momentos para que su empleado tenga tiempo para sí misma durante la semana.
6 – DESPIDO
Puede ocurrir, por las más diversas causas -infracción grave, simple reposición o un gasto que ya no es asequible en el presupuesto familiar- que tengas que despedir a tu empleada doméstica.
Es importante, en primer lugar, que este proceso esté debidamente formalizado para que ninguna de las partes alegue pérdida de derechos. La ausencia de este paso fundamental es la mitad del camino para llegar a la justicia.
Cualquiera que sea el motivo del despido, proporcione a la persona que trabajó con usted comentarios sobre el tiempo y la calidad de los servicios prestados. Si es así, recomiende. Los grandes trabajadores del hogar siempre tienen otras puertas abiertas.