Me voy a casar. ¿Cómo conciliar el dinero para dos?

De todos modos, va a suceder: después de tanto tiempo de planificación, o demora, la pareja decidió que era hora de juntar sus cepillos de dientes. Fiesta o no, la boda sucederá.

Más que juntar a dos personas bajo el mismo techo – cuando no hay otros juntos (suegros, hijos, etc.), el matrimonio es el momento de acomodar estilos de vida, costumbres, costumbres, perros y, por supuesto, la economía de cada uno.

Es este último elemento, es decir, el dinero, en el que nos centraremos en este texto. Hagamos una lista de algunos consejos importantes para que las finanzas puedan ser ‘felices para siempre’ y no ‘eternas mientras duren’. Sí, lo tienes…

1 – La transparencia lo es todo

No sirve de nada jurar lealtad frente al sacerdote, pastor, juez o su propio cónyuge, refiriéndose solo a cualquier otra persona que se cruce en el camino, que, esperamos, será largo.

Si no lo sabe, por favor preséntelo ahora: hay otra cuenta. Es una traición financiera. No es más que ese dinero escondido, que solo tú conoces y relacionas, disfrutando de todos los placeres que proporciona.

Piénselo: ¿cómo confiar en alguien que jura amor pero no comparte su propio dinero? Si él o ella esconde lo que realmente gana, ¿qué otra mentira puede decir? ¡Revisa esto antes de casarte!

2 – Planificación para dos

Una relación sincera también en el área de las finanzas prevé que la planificación se pueda lograr con el esfuerzo de ambos. También porque habrá un espacio que les tocará a ambos mantener, organizar e invertir.

Y aquí da igual quien gane más o menos. Ambas recetas deben complementarse. O mejor dicho: puestos en común para que la pareja pueda analizar, dentro del total de ingresos, cuánto pueden tener para sus necesidades del día a día.

Cuidado con lo ‘mío’ y lo ‘tuyo’. El matrimonio propone cambiar definitivamente el pronombre por ‘nuestro’. Una de las razones más comunes del fracaso financiero en la vida en común es el egoísmo. Insistir en esto es colaborar con la quiebra del hogar.

3 – Inversiones + reservas

El reparto común de los ingresos de cada uno abre una perspectiva prometedora para que la pareja realice sus sueños. Es dinero que se suma para ser invertido en una cuenta de inversión o incluso para reserva.

Sí, porque a pesar de todos los sentimientos de felicidad deseados por amigos y familiares, habrá dificultades que enfrentar. El matrimonio no es inmune a esto. Al contrario: presenta desafíos, incluidos los financieros, que se deben superar en el día a día.

Por eso, es importante que los novios, en cuanto puedan, guarden parte de sus ahorros para los días más difíciles. Es dinero para ayudar si llega el paro, la enfermedad, pero también para la llegada de los hijos, ¿no?

4 – Mantente en contacto

Este consejo puede parecer extraño, pero quizás sea más importante que el dinero para dos. La pareja necesita mantener el diálogo sobre su vida financiera y todo lo demás que implica una relación para dos.

Imagínese si hay un desacuerdo en un momento en que se requiere una decisión importante, como por ejemplo, cerrar el contrato para la compra de un auto nuevo o ese apartamento soñado.

Estas son situaciones que deben resolverse hablando, no peleando. Por lo tanto, es mejor hacer las paces antes de enviar soluciones. Quién sabe, hasta puede ser un pretexto para esa cena a la luz de las velas tantas veces pospuesta.

CONSEJO ADICIONAL

Como puedes ver, o ya deberías saberlo por experiencia, el matrimonio también es una oportunidad para que vivas bajo el techo de un presupuesto organizado sin pensar solo en ti.

Si no estás tan familiarizado con los números y las cuentas, utiliza un curso de finanzas dirigido a parejas. No se divorcie de esta oportunidad de crecer juntos en el matrimonio.