Nuestro manual financiero para niños
El niño nace, crece, va a la escuela y aprende a leer, escribir, calcular e interpretar el mundo que le rodea.
A pesar de tanto conocimiento recibido, no siempre tiene acceso a la formación en educación financiera eficiente.
El retraso en este proceso de aprendizaje produce adultos analfabetos funcionales en la lectura de su propia vida financiera.
En este post te proponemos nuestro ‘cuadernillo’ con diez lecciones básicas para que los pequeños aprendices se conviertan en grandes gestores de su propio dinero.
¡Buena clase!
LECCIÓN NÚMERO UNO: PREDICAR CON EL EJEMPLO
Usted, adulto, padre, madre o responsable de la educación de su hija, hijastra o cualquier otro niño bajo su responsabilidad es la primera lección, en persona.
De nada servirá desfilar la serie de consejos que traemos a continuación si el niño no tiene el ejemplo ‘de arriba’, en la vida cotidiana.
Si corresponde, aproveche el ‘folleto’ como refuerzo de último momento y estudie con su aprendiz. Además, él (ella) gana el estímulo de su asociación en los estudios.
LECCIÓN NÚMERO DOS: DIÁLOGO
Una de las primeras formas de educar a un niño para que valore el dinero es hablando de él siempre que sea posible.
Aproveche las oportunidades cotidianas, como comprar en el supermercado o centro comercial, para explicar cómo usar el dinero.
Por supuesto, la conversación debe adaptarse a la edad del niño y su capacidad para comprender la lección que se va a enseñar.
LECCIÓN NÚMERO TRES: APRENDIZAJE POR ESTÍMULO
A medida que el niño se acostumbre a convivir con las decisiones financieras de la casa, subsidiará su aprendizaje con más conocimientos.
Una de las estrategias más eficientes es utilizar juegos interactivos, físicos o digitales, que estimulen la percepción de las relaciones de consumo.
En estos momentos, si cabe, la presencia física marca la diferencia. ¿Quién no ha jugado al Monopoly? Así es. Intentalo. Enseñar. ¡Divertirse!
LECCIÓN NÚMERO CUATRO: PLANIFICACIÓN
En el juego real de la vida, de pérdidas y ganancias, incluidas las financieras, es importante que el niño aprenda a ser diligente en el uso de su dinero.
Esto requiere aprender a planificar cómo usar la mesada o cualquier otro recurso que reciba a lo largo del mes.
Conocer el riesgo de escasez les enseña a los niños que, como el agua, el dinero que se va por el desagüe también es finito en el presupuesto.
LECCIÓN NÚMERO CINCO: METAS
Una vez aprendida la lección anterior, habrá más éxito en la aplicación de esta: establecer metas para el uso del dinero.
Pongamos un ejemplo: el niño quiere comprar una ‘carta’ de juego que cuesta más de su capacidad de pago.
La guía es que retenga parte de su asignación como garantía. El mensaje es poderoso para el futuro. Inhibe el consumismo impulsivo.
LECCIÓN NÚMERO SEIS: CONTROL
Al igual que sus padres y/o tutores, el niño también puede tener su propio ‘control de caja’ de lo que recibe.
Por supuesto, esto depende del nivel de alfabetización que tenga. Aquí, también, lo más importante es ‘apuntar’ lo que ha recibido y gastado.
Si aún no es posible escribir, puedes guiarlos para que ‘registren’ el movimiento de su presupuesto a través de la creatividad o un chat.
LECCIÓN NÚMERO SIETE: AHORRO
¿Conoces la vieja historia de la alcancía de monedas? Bueno, la táctica sigue siendo infalible cuando se trata de que los niños aprendan a ahorrar dinero.
El acto de depositar dinero es una estrategia para enseñarle la importancia de tener siempre una reserva de dinero.
Si es así, deposita el dinero en el banco. Ya sea en ahorros u otro tipo de inversión con mejores ingresos.
LECCIÓN NÚMERO OCHO: DESPIDO
Lo opuesto al afán por la economía es el uso inapropiado de los recursos, con el fin de perderlos. Es una alcancía inversa.
Una de las formas de prevenir este tipo de comportamientos es enfatizar la importancia de las dos lecciones anteriores con buenas prácticas.
Esto implica aprender a no gastar más de lo que tienes y ayudar a ahorrar dinero en casa con gestos como duchas más cortas y menos luces encendidas.
LECCIÓN NÚMERO NUEVE: GENEROSIDAD
Esa vieja máxima de que las personas solo entregan lo que ya tienen, y son, enseña una lección noble en el aprendizaje financiero.
Anime al niño a compartir lo que tiene en el bolsillo con otras personas, ya sea a través de donaciones dirigidas o espontáneas.
Esta lección es el primer antídoto contra la avaricia. Animar a la gente a compartir, incluido el dinero, genera gente generosa.
LECCIÓN NÚMERO DIEZ: FORMACIÓN CONTINUA
La educación financiera es el tipo de conocimiento que se enseña ‘desde la cuna’ y continúa ofreciéndose a lo largo del crecimiento del niño.
Las mismas lecciones anteriores pueden y deben guiarse bajo nuevas estrategias, pero deben mantenerse continuamente.
Este esfuerzo es fundamental para formar nuevas generaciones más responsables con el uso del dinero, empezando por el dinero mismo.