¡Vamos a tener un bebé! Y ahora, ¿cómo pagar?

Lo que sería solo una sospecha se confirmó en el último test comprado en la farmacia: un bebé llegará a casa. O, en su caso, dos o más a la vez; o incluso alguien que se una a los que han venido antes.

Sea cual sea la realidad, lo cierto es que toda pareja que decide tener hijos -incluso en plural- se enfrenta al reto de ajustar la casa, la rutina y, sobre todo, el presupuesto para poder mantener a todos.

Si eres padre primerizo, este texto es para ti. Si es lunes o más, también porque las citas se multiplican a medida que cada una se va llenando de gente. ¡No habrá pared para tanto pintar!

1 – UNO MÁS EN LA CUENTA

Después de disfrutar de la vida en pareja, en menos de un año la convivencia será en pareja, o más, quién sabe. El primer paso después de confirmar el embarazo es ajustar el presupuesto para recibir nuevos gastos.

Si hubo una planificación previa, genial. Pero no siempre es así. El camino es afrontar de la misma forma las facturas que vendrán por delante. Es bueno hacer una lista de artículos básicos que pueden depender de tu bolsillo:

• Alimentación
• Cuna
• Ajuar
• Pañales (multiplicar a voluntad)
• Ropa de bebé

Dependiendo de la realidad de cada familia, además:

• Juguetes
• Plan de salud
• Nueva habitación

Hay aún más costos posibles:

• Cuidador
• Parto (médico y maternidad, cuando no sea atendido por servicio público)

2 – NUEVA RUTINA

Quien ya tiene hijos lo sabe: recién uno llega a casa y la rutina cambia. Empezando por el autocuidado, que requiere atención las 24 horas, incluidas las de madrugada, prácticamente todos los días.

Es tanta la dedicación que la pareja acaba exhausta, ya sea física o económicamente. No es casualidad que muchos hábitos cambien en esta época. Los viajes nocturnos a espectáculos y restaurantes son cada vez más raros.

Sin embargo, lo que se ahorra por un lado se gasta por el otro: el del bebé. Es simplemente una cuestión de prioridades. Sin embargo, mientras pueda, la vida social de la pareja volverá, ¡y bien acompañada!

Recuerda también que además de todas las inversiones para el bebé, existen otras que la familia ya tiene y puede tener para alguna urgencia u ocasión. Así que trate de conservar el dinero que iría a una hora feliz. Tu puedes necesitar.

3 – INVERSIONES FUTURAS

A medida que el bebé crece, las necesidades cambian, al igual que los gastos. Por ello, se recomienda no excederse en el ajuar. Compra solo lo esencial. No pasará mucho tiempo para que tu guardarropa actual ya no te sirva.

Pasados ​​los dos primeros años -o incluso menos- se puede cuidar al bebé en una guardería para que los padres puedan trabajar. Si no hay una unidad pública cerca de tu casa, la forma es contratar a una niñera o inscribir al niño en una red privada.

La escuela puede continuar en el presupuesto mensual ya al comienzo de la fase de alfabetización. Y luego, ya lo sabes: el material escolar, el uniforme, el calzado, el transporte, la alimentación y una reserva para actividades extraescolares entran en el presupuesto.

4 – RENTA ALTERNATIVA

Dependiendo de la previsión presupuestaria actual y de los costes futuros, puede ser necesario complementar los ingresos. Es algo que exige aún más a los padres, muchas veces ya agotados por tantas noches sin dormir.

Pero hay alternativas que pueden generar algo de dinero si se ocupan en esos escasos ratos libres, como trabajar como freelance en la producción de textos, vender artículos en desuso o ‘varados’ en casa o dar clases online de materias que dominas.

Es importante, sin embargo, que este esfuerzo tenga algún resultado financiero. De lo contrario, solo será algo más en una rutina ya de por sí agotadora y apretada para brindar la mejor atención posible al bebé.

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